Buscar este blog

sábado, 24 de octubre de 2009

PREMIO PETROBRAS 2009 || Buenos Aires Photo 2009

Un apache en mi Facebook

Por Julio Sánchez

“En estos momentos estoy sentado junto a un hermoso arroyo que corre a través de los bosques del territorio apache. Incontables pájaros cantan sus canciones de gozo y amor, Al alcance de mi mano yace un árbol, talado ayer noche por un castor que ahora mismo se asoma bruscamente, da un vistazo y se escabulle con rapidez”, se lee en el cuaderno de apuntes de Edward Curtis (1858 - 1952) que nos legó 20 volúmenes -El indio norteamericano, 1907-1930- en donde documentaba la vida, costumbres, mitos, hábitos, religión, lengua y mucho más, de decenas de tribus americanas. Curtis registraba un pueblo que mutaba y moría; en el último de los casi 40.000 negativos que dejó, aparece Wilbur Peebo, un apache vestido… de saco y corbata.


Hoy la fotografía artística (por llamarla de algún modo) dejó atrás su función documentalista y explotó el espejo de la realidad para reemplazarlo por miles, millones de universos estéticos. Las fotos de tantos y tantos artistas de nuestro país y del mundo, jóvenes y maestros, siguen abriendo espacios poéticos cada vez más inéditos y sorprendentes, universos que no se verifican en la realidad visible pero sí en el inconsciente colectivo de la humanidad.


No es novedad que mucha gente (al menos quienes leen estas líneas) lleva una cámara en el celular, o tiene una pequeña cámara digital de bolsillo y se apasiona por registrar no sólo los grandes momentos (ritos de pasaje, diría un antropólogo social) sino los más cotidianos -cena con amigos, intimidades, juegos con los hijos-. Y todo se cuelga en blogs, páginas web o en redes sociales como el omnisciente Facebook. La fotografía nos demuestra que el espíritu documentalista no es propio de la fotografía sino del ser humano. No importa la poesía que acompañaba el solemne momento en que Curtis preparaba y disparaba su cámara, ni la inmediatez y rapidez con la que hoy tomamos una foto y la colgamos en la red; tanto ayer como hoy, la fotografía sigue siendo una piedra angular en la construcción de la identidad de todos nosotros.

En el Premio que Petrobrás viene sosteniendo ya desde unos cuantos años, el jurado tiene la oportunidad de revisar más de mil propuestas diferentes. Todas son diferentes y cada una construye su propio andamiaje poético, desde las que siguen las huellas de Curtis, hasta las que se cuelgan en el Facebook. Se han elegido apenas una docena de fotos que –pensamos- tienen la fuerza necesaria para poder competir por el premio mayor. Una vez más agradecemos el apoyo de los participantes, el profesionalismo de los organizadores y la buena disposición de las autoridades de Petrobrás.

+ INFO: http://www.buenosairesphoto.com/premio.html