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miércoles, 15 de septiembre de 2010

Dueñas - Josué Pellot en el MUAC

El artista Josué Pellot ofrece una nueva mirada a la emblemática obra “Dama a caballo” de José Campeche

Por Ana Teresa Toro / ana.toro@elnuevodia.com

Campean por su respeto a caballo y no, precisamente, en el campo. Galopan entre callejones, por aceras angostas y por el mismo medio de la brea caliente. Un cojín y un cordón bastan como silla de montar y estribos. Son dueños y dueñas del espacio... y lo saben.

Esa imagen tan cotidiana en los barrios del País, donde queda claro que las distinciones entre el espacio urbano y el campo nunca han quedado del todo definidas en la Isla, llamó la atención del artista puertorriqueño radicado en Chicago Josué Pellot, quien mañana viernes presentará en el Museo de Arte de Caguas (MUAC) el resultado de la exploración artística de esta imagen con la muestra de fotografía y performance “Dama a caballo”.

La apertura será en la Sala de Arte Alternativo del MUAC -ubicado en la calle Ruiz Belvis, esquina Padial- a las 7:00 p.m., donde permanecerá expuesta hasta el 21 de noviembre de 2010.

“Yo vengo a Puerto Rico como cuatro veces al año y de alguna manera es como si viviera entre los dos espacios, pero al pasar tanto tiempo allá lo que para muchos es cotidiano y normal aquí a mí me vuela la cabeza”, opinó el artista quien durante su investigación, irremediablemente, llegó a la emblemática pintura del siglo XVIII, la “Dama a caballo” de José Campeche.

“Me resultaba tan inesperado encontrar un caballo en el medio de la calle”, dice el artista que de alguna manera se dejó llevar por lo que le iba diciendo la gente de los lugares donde trabajó: Loíza, el residencial El Prado en San Juan y Barrio Obrero en Santurce.

“No quería un ‘guetto pass’, tomé los caballos que ya estaban allí. Todo el mundo tenía, había muchísimos. Recuerdo que en la primera foto un hombre me escuchó pidiendo un caballo y me sugirió que sentara a una muchacha del barrio en el caballo. Volví a pensar en la pieza de Campeche, fue como si la obra se me volviese a presentar”, explica Pellot sobre el primer retrato que trabajó en el 2008. Posteriormente trabajó otro en el 2009 y finalmente en febrero de este año completó el último. Parte de ese trabajo fue presentado como parte de una muestra representativa de su obra en el Chicago Cultural Center.

“A la gente le encantó. La reacción más curiosa fue la de los guardias de seguridad que querían conocer a las modelos”, revela.

el nuevo abolengo

Entrar a espacios en los que los códigos sociales se suspenden por momentos y son controlados por otro tipo de dinámicas, requiere de algo más que la mera voluntad de realizar un proyecto. Pellot debió pedir permiso, familiarizarse, conocer a las personas indicadas, “a los que mandan allí”, y sobre todo dejarse llevar.

“Hay una sensación de pertenencia porque ellos y ellas son dueños del lugar, la finca es de ellas como la ‘Dama a caballo’ de Campeche que presenta y representa esa idea de ser propietaria de algo. Soy yo el que tiene que pedir permiso, el que tenía que negociar y presentarme para poder trabajar la idea”, elabora el artista, quien partió de todo lo que se desprende del cuadro para la conceptualización de la instalación-performance.

“Se va a presentar como una especie de tarima, una puesta en escena del mismo modo en que se hacían los cuadros antes, donde la parte de atrás era como una tela que simulaba un paisaje. Lo mismo haremos en la sala del museo con un caballo en vivo y una cuarta dama”, adelantó Pellot, quien posee un bachillerato de la Universidad de Illinois y una maestría de Northwestern University.

En cuanto a las imágenes, que también se expondrán, llaman la atención los elementos adicionales que el artista integró en la fotografía final. Desde la erección en uno de los caballos, hasta elementos como una escultura del Divino Niño Jesús, o figuras decorativas de jardín, entre otros, se integran a la pieza, documentando y trazando un mapa del espacio en el que estas figuras protagónicas se mueven. Todo ello, sosteniendo la esencia compositiva de la pieza original de Campeche.

Sus damas las describe como mujeres de poder, dueñas de estos espacios comunes, metáforas sobre las relaciones jerárquicas implícitas en lugares que son controlados por unos pocos.

Estas damas también se insertan dentro del proyecto artístico de Pellot que, visto desde el macro, siempre regresa a la exploración en torno a la relación estrecha entre la construcción de una identidad y el entorno en el que se desarrolla el individuo y el colectivo. Así como a las identidades híbridas y a los afanes de adquirir y digerir identidades ajenas.

En esta ocasión, digamos que poca duda queda: ellas son dueñas y su identidad está clara. Han mutado nuestras damas a caballo.

fuente: El Nuevo Día