
En los últimos tres días quise comunicarme con las amistades de mis "contactos", sobre todo con aquellas personas con quienes comparto varias amistades. Lo he hecho con todo respeto. Mi propósito era y es sencillo: abrirme a la posibilidad de conocer, aunque sea limitadamente, a nuevas personas y sus inquietudes, sus anhelos y sus visiones en general. De paso, he querido estar en condiciones de exponer mis comentarios y análisis en el Quantum de la Cuneta a otras personas, que junto a quienes ya conozco, contribuyan con sus opiniones, con sus comentarios, y aún con sus silencios, a enriquecer tanto este espacio, como mis propias visiones sobre nuestro barrio y el vecindario global.
El Internet nos abre a la posibilidad, como nunca antes, de relacionarnos con diversas personas. En el proceso vamos refinando nuestras opiniones sobre las ideas del prójimo y profundizamos relaciones a base de experiencias e inquietudes comunes, e incluso, a base del reconocimiento, respeto y tolerancia a la propia diversidad. Es curioso, paradójico si se quiere, que al permitirnos entrar en contacto con otras personas, y reconocer nuestras diferencias, el Internet permite además desarrollar relaciones a base de un universo de elementos y valores que nos unen como seres humanos, y que son más importantes que los prejucios ancestrales que nos separan.
El resultado del ejercicio fue sumamente grato y estimulante. En parte, para mi, es una muestra de la urgente necesidad que tenemos todos de comunicarnos y de decir lo nuestro, lo que sea que nos identifica (o tal vez mortifica) y nos lo tenemos guardado adentro por la razón que sea. Casi todas las personas con-tactadas, aceptaron mi request, palabra del inglés que me resulta incómoda, y no tan agradable como las del español "invitación"o "solicitud".

Dicho todo esto, no resta nada más que decir: ¡Bienvenidos!, y dar vivas a la Diversidad.