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lunes, 14 de julio de 2008

La muerte del último costeño.

La muerte del último costeño.

Reflexiones sobre el filme “El ángel del acordeón” de María Camila Lizarazo Cuello

Escrito a cuatro manos: Anne Burkhardt, Felipe Moreno.

Víctor Gaviria y Luis Alberto Álvarez hablan, en un artículo titulado “las latas en el FONDO del rio”, sobre la mala costumbre de utilizar actores cachacos para los protagonistas regionales del cine colombiano, costumbre que se justificaba por la facilidad de equipos e infraestructura de la ciudad capital. Casi treinta años después – y con medios de trasporte e infraestructuras más boyantes- seguimos cometiendo el mismo error: En “El ángel del acordeón” de María Camila Lizarazo Cuello, el único actor costeño (GONZALO ARTURO "EL COCHA" MOLINA) se muere en la mitad del filme, el resto de actores hablan como si no pertenecieran a ningún lugar, a veces parecen cubanos, otras puertorriqueños y claro; algunas veces se les sale el cachaco y logran el seudo-costeño.

Aparte de su mono tonalidad verbal, la película cuenta con una mono tonalidad en los personajes. Parece, que quien nace malo, es malo hasta su muerte y quien nace bueno, lo será hasta que se case con su princesa. En el caso del padre (pobre Marlon Moreno), esto es redundante porque sentimos el castigo divino contra el pecador, quien pierde las cosechas y sufre un ataque al corazón. Otro momento donde se hace real la inexistencia de contrastes en los personajes, es cuando el angelito “se siente incomodo”; y después del buen rollo de “Paloma” él es incapaz de pasar una noche agradable bajo la luna con ella; por no ser su prometida (coherencia absoluta e inhumana que se puede ver en un buen soldado de “Soñar no cuesta nada” película de la misma casa productora). El ultimo gran estereotipo repetido es “la mona es buena” en cambio la morena “se come al patrón en el trapiche”.

Los efectos digitales de animación no aportan nada al filme. Exceptuando, que se nos quiera explicar con ellos un error de continuidad, donde después de la noche aburrida entre “el angelito” y “la paloma”, ella se va, desaparece, como volando y vemos en plano general solo a “Ponchito” tomando su acordeón del mar. Después llega “el ángel” ahora sí con su acordeón y aparece -por la única magia que hay en los 90 minutos – otra vez “Paloma”. En este punto no se usa la animación, pero tal vez allí era donde se necesitaba.

Cada imagen tiene una carga publicitaria, un efecto, maquillaje o formas de narración audiovisual no originales. Un primer nivel es el obvio: Copetran, Dhl, Caracol Televisión, Colombia es Pasión, Hoover y Old Park. Una segunda lectura, son los planos iniciales de cualquier comercial de las anteriores marcas, de una Colombia bella, para cambiar la imagen, para atraer las miradas extranjeras y no dejar ver las fosas comunes que por allí se esconden.

Lo que tal vez no resalten los medios de comunicación masiva sobre la película: la secuencia de la burla y negocio del Cristo que aparece en el FONDO de la taza de chocolate. Nos divirtió, un poquito (casi nada).
El Ángel del Acordeón intenta construir una fabula sobre la música vallenato y solo utiliza lo melodramático del vallenato, lo romántico, lo mas estándar posible, para que vaya la mayor cantidad de gente posible. Un cuento de hadas, final feliz, donde no importa las dificultades por las cuales usted deba atravesar en la vida; si usted es juicioso, buen hijo, obediente, buen amigo, no bebe, no fuma, no interactúa con una bella mujer bajo la playa y lleva una imagen religiosa en el pecho, mi “diosito” le cumple sus sueños y hasta puede ser rey vallenato.

FICHA TECNICA
HD - 35 mm / 1: 85 / Color / Dolby SRD 5.1
Título de la Obra:
“EL ANGEL DEL ACORDEON” (The Accordion Angel)
Casa Productora:
CMO PRODUCCIONES S.A.
Casas Co-productoras:
EFE-X y Hangar Films
Idioma: Español
Género: Drama - Musical
Duración: 90 minutos
País de Origen: Colombia
Año: 2008

SINOPSIS:
Esta historia transcurre en parajes exóticos de la Costa Atlántica Colombiana. Poncho Daza, un niño de 11 años muy talentoso y de bellos sentimientos, tiene dos grandes sueños en la vida: conseguir un acordeón y conquistar el corazón de Sara María, la niña de sus sueños, quien le ha impuesto el reto de convertirse en un gran acordeonero, capaz de componerle una canción que le llegue al alma.

Sin embargo, las adversidades económicas de su familia le demandan grandes esfuerzos y le impiden adquirir un acordeón para aprender a tocar; su padre es un hombre machista que lo humilla por zurdo y por su obsesión de ser músico, y sufre también ante las embestidas de Pepe, otro pretendiente de Sara María, quien logra conseguir un hermoso acordeón con el que intenta competirle para cautivar a la niña. Poncho será empujado a la adultez a fuerza de las circunstancias, pero él nació en estas tierras para convertirse en leyenda y será conocido como “el ángel del acordeón”.